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sábado, 20 de noviembre de 2021

La pata de un elefante rompió la primavera

Cuando llegaron los espejos rotos vivíamos con la placidez de los leones africanos que se agotan de amor. Aparecieron las agudas aristas y marchó la dicha. Quedó la incertudumbre que ejecutó con mano dura un eterno lapso de tiempo en el que mis ojos compitieron con el Amazonas. Los ladridos de los perros ocuparon el amanecer y todos lo árboles quedaron desnudos.